Estudio del Institute of Child Health, UCL (Reino Unido)
02/12/2013
La inactividad física en la niñez puede crear futuros problemas cardiacos
Un estudio del Institute of Child
Health relaciona la inactividad física en los niños con problemas cardíacos en
la edad adulta. La frecuencia del corazón les aumentó dos latidos por minuto en
los últimos 30 años.
Los investigadores certifican que
aunque este aumento del pulso puede parecer modesto, la frecuencia cardiaca en
reposo es un indicador de la condición física en general y de la salud cardiovascular
en general. Por ello, según los autores, esto podría traducirse en un mayor
riesgo de padecer diabetes o enfermedades del corazón en la edad adulta.
Para llevar a cabo este trabajo se
analizó la frecuencia del puso de 23.000 niños de Reino Unido, con edades
comprendidas entre los nueve y los 11 años. Para hacer la comparación con
resultados anteriores se revisaron las conclusiones de otros cinco trabajos
desarrollados entre 1995 y 2008.
En general, la frecuencia cardiaca
fue mayor en las niñas con 82,2 latidos por minuto, mientras que en los chicos
fue de 78,7. Sin embargo, en comparación con los otros estudios revisados, el
pulso aumentó constantemente durante los últimos 30 años un promedio de 0,04
por año en ambos sexos. El aumento fue más pronunciado entre los varones (0,07
latidos por minuto), sobre todo después de mediados de 1990, que entre las
niñas (0,03 lpm), lo que equivale a un incremento de 2 lpm entre ellos y un
latido por minuto entre ellas.
Durante el período de seguimiento,
el peso medio en este grupo de edad también se elevó. Aunque la frecuencia
cardiaca sí tiene cierta asociación con el Índice de Masa Corporal (IMC), el
aumento de éste no explica plenamente el aumento del pulso en reposo. Los
autores consideran que esto es debido a que el IMC no es una medida muy
sensible a este tipo de cambios corporales. Ellos sugieren que una caída en la
cantidad de actividad física realizada por este grupo de edad y un aumento de
la actividad sedentaria, puede haber contribuido a la subida, ya que ambos
están asociados con una peor aptitud física.
Los responsables advierten que
aunque se necesita una mayor investigación para explicar mejor los resultados,
las tendencias podrían tener importantes repercusiones en la salud pública:
"Aunque sea una elevación modesta, es importante monitorear estas
tendencias, especialmente en los niños. Un aumento de dos latidos por minuto de
media puede suponer que, en la edad adulta, la mortalidad por enfermedad
coronaria ascienda a un 4% en personas sanas y hasta un 2% el riesgo de
desarrollar diabetes en mayores de 65 años”.